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«Cuando la gente no sabe improvisar y patina, pierde toda la credibilidad»

19 Jul, 2022 | Dircom Catalunya

Entrevista a Judit Martín, còmica i improvisadora, actriz de “Polònia” (TV3)

Para tener éxito es tan importante o más saberse vender que tener talento. O como mínimo esta es una de las ideas con que el espectador se queda después de ver ‘Not talent’, el espectáculo mensual con que la cómica Judit Martín ha conseguido llenar el Teatro Poliorama desde el mes de noviembre. Martín es conocida sobre todo por el personaje de ‘la Vane’ en Versió Rac1, participa a Està passant (TV3) e imita Eulàlia Reguant, Marta Pascal o María Dolores de Cospedal en el programa Polònia (TV3).

Aun así, lo que más le gusta es la improvisación. Hablamos con ella después del Welcome Summer de Dircom Catalunya, una noche que ha servido para que los socios dieran la bienvenida al verano y comprobaran el talento de Martín para improvisar.

Esta temporada has triunfado con ‘Not talent’. Defiendes la importancia del relato por encima del talento. La comunicación lo es todo, ¿pues?

Creo que la comunicación es súper importante, pero a veces todo se basa solo en la comunicación y me parece que hay que señalar que se abusa demasiado y que demasiado menudo se vende humo.

Echas de menos que haya algo detrás de la comunicación.

Exacto, todo es la imagen, el relato, el titular… En el mundo de la publicidad, pero también dentro del arte, que es el que abordo a ‘Not talent’ y el que más gracia me hace, me alucina la cantidad de cosas que se llegan a inventar para venderte la moto. Lo encuentro divertido y a la vez un poco escandaloso.

En la obra hablas mucho del caso concreto del arte. ¿En el caso de la vida real, crees que es fácil distinguir cuando el discurso es auténtico o es humo?

Yo hace muchos años que hago ‘bolos’ para empresas y veo que todas tienen los mismos métodos para trabajar con los equipos y las mismas terminologías. Esto hace que se acaben asemejando mucho todas, aunque te vendan café, chorizos o cursos de ‘business’. ¿Yo me pregunto si esto realmente cuela y tanta gente se lo cree o es que hemos asumido que es la manera de comunicar y todos lo aceptamos, pero realmente nos lo creemos bastante poco?

¿Tú no te lo crees mucho?

Yo, no. ¡A mí me hace mucha gracia, también quizás porque he pasado por muchos ‘bolos’ de empresas! También trabajé para un estudio de fotos de bodas, en el laboratorio, y llegaba un punto en que todas las bodas parecían iguales, porque trabajaban en los mismos restaurantes, tenían los mismos procesos y las fotos eran las mismas: la de los invitados, la de la novia saliente de casa, la de la novia llegando al altar…

Me estás diciendo que los casamientos también son un poco mentira.

¡Hombre, evidentemente! Es cierto que todo son rituales y que necesitamos rituales y estructuras y Excels, pero no deja de hacerme gracia. Cuando te lo miras un poco desde fuera, todas las empresas, toda la comunicación…, parece el mismo. ¡Parecen todo bodas!

Durante muchos años has hecho improvisación. ¿Qué consejos darías a los portavoces de empresas que muy a menudo tienen que hacer intervenciones en público?

Básicamente, la clave es que no parezca que lo estás leyendo o que lo has memorizado. Esto que parece tan fácil, realmente es complicado, porque debes tener un discurso súper muy articulado, pero a la vez tienes que conseguir improvisar. Aquí se ve el valor de la gente. Cuando la gente no sabe improvisar, cuando tienen que hacerlo a raíz de alguna pregunta o de algún imprevisto, a menudo no se salen y patinan, y tú entonces ves una grieta y quien habla pierde toda la credibilidad. Alguien que habla en público se tiene que creer el personaje, tiene que saber qué ha dicho, entender qué dice y creérselo.

Supongo que detrás de una buena improvisación hay mucha preparación.

Guion no hay, pero tienes que haber trabajado mucho como construir una historia, el storytelling, que también se usa mucho en el mundo empresarial. Para mí, improvisar es conseguir soltarme y confiar que la historia irá sola. Todos tenemos en mente las estructuras de una historia: tenemos los sistemas creados (inicio, desarrollo, final) y solo hay que entrenarnos para intentar dejar de controlar demasiado la historia. Cuando quieres controlarla demasiado, cuando eres demasiado cerebral, cuando quieres ser demasiado ingenioso o divertido, es cuando las cosas quedan demasiado forzadas y no dejas que fluyan. Por eso a mí me gusta mucho improvisar con frases que escribe la gente y, de repente, sacar una frase y mirar hacia qué universo me lleva y dejarme llevar.

«Las empresas tienen la misma terminología y esto hace que se acaben asemejando»

¿Cuáles crees que son las claves para que tus personajes conecten con el público? ¿La espontaneidad, el lenguaje, los arquetipos…?

Me pasa que los personajes que menos he procesado intelectualmente son los que más me han funcionado. Cuando te estudias demasiado los personajes y sus motivaciones y sus filias y fobias, no sale nada real. ¡Tampoco cuando te vas al cliché! Yo me fijo en personajes reales. ¡Imito personas reales! ¡Intento pensar cómo personas reales! Y si te fijas en personas reales, sus actitudes y respuestas siempre sorprenden, nunca es aquello que te esperarías. Hay unos estereotipos, evidentemente: la Vane es una ‘choni’, por ejemplo, y va tatuada y se maquilla mucho, pero también sorprende, y puede ser fan de Heráclito, por ejemplo, ¡porque en el instituto lo leyó y se le quedó mucho! ¿Por qué no? Creo que la gente real tiene salidas que no podríamos imaginar nunca. La realidad siempre supera la ficción.

Has hecho mucho humor y has sido payasa de hospital. ¿Qué dirías que aporta el humor a las personas? ¿Las organizaciones tendrían que incluir más?

En el hospital el humor es una manera de evadirse de una realidad difícil. Es un momento de juego para transportar el niño y la familia a un universo diferente dentro de la misma habitación, porque no hay otra manera de viajar, y de alguna manera esto se puede extrapolar a otros ámbitos fuera del hospital. Para mí, el humor es una manera de tomar distancia de lo que está pasando y analizar las cosas. A través del humor se puede tomar conciencia de realidades que no se podrían expresar de otro modo. Muchas veces no hay nada mejor que un chiste para captar lo que está pasando. En las empresas hay mucha broma interna, y todo el mundo tiene sus bromas particulares de sus departamentos y sobre otros departamentos. Esto ayuda a sobrevivir y a entender muchas cosas. Para mí, cuando no es acoso, ¡el humor es mucho sanador!

Veo que tú has captado muy bien las bromas internas de los dircoms y su rivalidad con los de marketing. ¿Cómo ha ido? ¿Cómo te lo has pasado?

Bien, es un universo que he investigado un poco para afrontar este espectáculo de hoy y para poder improvisar. ¡Me lo he pasado muy bien, sobre todo cuando han subido las dos voluntarias! Han participado mucho y esto se agradece, porque hay gente que es muy tímida y ellas lo han dado todo.

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